Estaba viendo Ginny and Georgia en Netflix cuando una escena me estremeció y me dejó pensando varios días, un sentimiento que vive dentro de mi fue verbalizado. Un personaje que sufre de depresión le dice a otro:
“The waiting for you thing is real… Once you have it, it’s like a shadow. And you can’t outrun a shadow.”
-Marcus to Georgia , Ginny & Georgia (3x06)
Esa frase me dejó helada. Tocó algo dentro de mí que siempre estuvo ahí: un miedo silencioso, difícil de explicar, que hasta ahora solo existía en pensamientos sueltos que cruzaban mi cabeza sin forma ni nombre.
Poco se habla del miedo a que la depresión vuelva. La primera vez que me la diagnosticaron tenía 12 años, y fue gatillada por una enfermedad que atravesé en ese momento. Tenía sentido. Pasaron los años y volví a sentirme “estable”, pero dentro de mí permanecía el temor. Esa sensación de que en cualquier momento podía volver a caer. Que esa soledad, esa desesperación por querer estar bien, podían regresar sin aviso.
Con el tiempo, incluso emociones completamente justificadas —como estar triste por un mal día— despertaban ese miedo. ¿Y si esto era el comienzo de otro episodio? A veces confundía la ansiedad con la depresión. Me costaba identificar qué sentía, y eso me hacía pensar que había algo roto en mí. Que sentir tanto era un problema. Que quizás tenía una “depresión endógena”, algo que vivía dentro de mí y no se iría nunca.
Recuerdo que un psiquiatra me explicó que ese término ya no se usaba. Que si bien puede haber un componente genético, el entorno y las experiencias también pesan muchísimo. Escuchar eso me dio un poco de paz. No era que estuviera condenada, pero sí tenía más probabilidades de caer en episodios depresivos. Por eso, una dosis baja de antidepresivos podía ayudarme a mantenerme estable.
Y la verdad es que sí: suelo tener bajones. La vida no es plana, lo sé, pero cuando caigo, me duele más que a otros. Y no, no soy débil por eso. Es parte de quién soy. Pero también es válido decir que me da miedo. Me asusta estar bien y sentir que en cualquier momento todo puede desmoronarse. Porque claro, me gustaría estar siempre bien, y ¿a quién no?
También me asusta hablar de esto abiertamente. Temo que me juzguen, que piensen que hay algo malo en mí. Que crean que mi miedo es exagerado. Pero en el fondo, ese miedo viene de otro lugar: de la idea de que, quizás alguna vez, no voy a poder levantarme. Que esta vez sí me voy a quedar abajo.
Y sin embargo, siempre he salido de ahí. A veces con ayuda, otras a mi ritmo. No ha sido fácil, pero lo he hecho.
Tal vez no se trata de eliminar el miedo, ni de escapar de esa sombra. Quizás solo se trata de aprender a vivir con ella sin dejar que lo opaque todo.
Si te gusta mi contenido y quieres apoyar la escritura, siéntete libre de regalarme un cafecito para inspiración!
Algunas personas somos más propensas a la depresión que otras y llega un punto en que sabemos cuáles son los detonantes ... creo que debemos alejarnos lo más posible de ellos. Te entiendo y te abrazo.
Btw estoy por empezar la tercera temporada de Ginny y Georgia🖤
Nadie te va a juzgar que haya pasado por una depresión. Siempre se vive con ese miedo, como con la ansiedad. 🫂